A ver, caballeros, vamos a ponernos serios. Hoy tocaremos un tema que muchos no querrán admitir, pero es muy común: la eyaculación precoz. Sí, es muy común, y especialistas urólogos estiman que el 30 porciento de la población masculina sufre de este problema, y la mayoría lo hace en silencio, pues tienen pena de acudir a un especialista.
Entre las principales causas de la eyaculación precoz están las causas físicas, fisiológicas o médicas. Si eres diagnosticado por un profesional con alguna de ellas, seguramente recibirás también uno de los tratamientos médicos de la eyaculación precoz.
¿Qué causa la eyaculación precoz?
Las causas médicas pueden variar, pero la mayoría de las veces son por problemas vasculares, o sea, problemas relacionados con la circulación de fluidos corporales, desde la sangre al agua. Como seguramente sabrás, en la erección la sangre tiene un papel clave, ya que sirve para endurecer el pene. Si hay problemas haciendo circular esa sangre, como comprenderás, puede haber problemas para provocar la erección.
Entre otras cosas, el equilibrio hormonal es otro factor muy importante, los cambios del cuerpo causado desde tomar medicamentos, una dieta no adecuada, desarreglos de nuestras glándulas hormonales (los problemas de tiroides, por ejemplo, pueden afectar a la eyaculación). Y las hormonas son muy importantes para el funcionamiento de los órganos sexuales.
También infecciones en la uretra, alteraciones en el sistema nervioso y diferentes motivos psicológicos, como la presión y el estrés, o incluso la represión sexual pueden jugar un papel muy importante.
¿Cómo puedo evitarla?
Siempre se recomendará el acudir a un médico especialista, pues las razones son diferentes en cada persona. Sin embargo, también existen ejercicios que pueden ayudarte a tratar la eyaculación precoz, y todo en la intimidad de tu propio dormitorio.
La práctica, persistencia y el poder pélvico es su solución, ¿simple, no?. Los ejercicios pélvicos pueden ayudar a aumentar tu virilidad, aumentar la fuerza de las erecciones, la resistencia y, consecuentemente, disfrutes más del sexo, ¡qué dicha!.
Profesionales afirman que el fortalecimiento del músculo pubococcígeo mediante los ejercicios pélvicos puede mejorar el control sobre las eyaculaciones, y aumenta la potencialidad del miembro.
Jackie Hall, enfermera registrada en AXA PPP healthcare, dijo a Daily Star Online:
“En general, los tratamientos para el DE han mejorado significativamente en los últimos años. En estos días la mayoría de las personas son finalmente capaces de volver a tener relaciones sexuales exitosas”.
Otras técnicas de relajación son igual de efectivas, como métodos de relajación y respiración que ayudan a eliminar la ansiedad. La técnica “parar y seguir” es otra que recomiendan los expertos; cuando se esté a punto de llegar al orgasmo se interrumpe la estimulación durante 30 segundos, y después continúa. Esto se puede repetir varias veces a lo largo de cada relación sexual. No sólo duras más, es muy placentero.
Comprimir el pene es otro ejercicio efectivo. Al igual que en el caso anterior, el varón debe avisar cuando está a punto de eyacular para detener la estimulación sexual y apretar entonces, con suavidad (él o su pareja), el extremo del pene (donde este se une al glande) durante unos segundos. Esto se puede hacer unas cuantas veces hasta que el hombre desee eyacular.
Debido al componente mental de este trastorno, la terapia psicológica, en ocasiones apoyada por fármacos (terapia mixta), suele ser la que obtiene mejores resultados.
Si usted tiene preocupaciones, debe buscar la ayuda de un profesional médico. Pero sea cual sea la causa, al menos ahora tienen una solución posible.
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